jueves, 6 de octubre de 2011

NO A LA DESUNGULACIÓN

La desungulación es una operación quirúrgica seria. Se suministra al "paciente" anestesia general, dado que el dolor sería una tortura sin ella. Se coloca un torniquete alrededor de la primera pata a desungular. El veterinario entonces ejecuta una serie de diez amputaciones. Cada amputación elimina la uña y el hueso en el que ésta se encuentra firmemente enraizada.

Se secciona el tendón y el ligamento que sostienen cada uña. Y se corta el tejido blando y la carne que rodean la zona. El asistente del veterinario venda la pata del gato para enjugar la sangre.

 El gato ha sido desungulado. Las uñas retráctiles que habría utilizado a lo largo de su vida para rascarse, jugar, caminar y defenderse yacen amontonadas sobre la mesa, esperando a ser tiradas a la basura.La operación de desungulación no siempre termina sin percances





. "Las complicaciones de esta amputación pueden ser un dolor atroz, daño al nervio radial, hemorragia, huesos astillados que impiden la curación, y un doloroso crecimiento de las uñas deformadas hacia dentro de la garra , que ya no es visible ."Algunas complicaciones requieren una segunda ronda de anestesia y cirugía.Incluso si la operación transcurre sin percances, el dolor y la angustia a los que se ve sometido el gato cuando despierta son atroces.



la cirugía de desungulación termina con gatos rebotando contra las paredes de las jaulas de recuperación por el insoportable dolor. Los gatos más estoicos se hacen un ovillo contra el fondo de la jaula, inmovilizados en un estado de desamparo, presumiblemente debido al dolor abrumador


LOS GATOS NECESITAN RASCAR,RASCAR CON SUS UÑAS.

Los gatos necesitan arañar. Arañar es una actividad fuertemente ligada a la naturaleza del gato, y no algo que pueda elegir. Un gato araña varias veces al día, quizá unas 3.000 a lo largo de su vida, para liberar estrés, marcar su territorio, y ejercitar sus músculos. Las uñas son el corazón de la actividad de arañar. La tensión entre las uñas clavadas en una superficie y los músculos de la parte superior del cuerpo genera ejercicio, marcas visuales y cualidades audibles asociadas con el rascado.


Un gato desungulado no puede arañar correctamente. Eso debería ser razón suficiente para no desungular. Arañar es un comportamiento tan innato que incluso los gatos desungulados siguen realizando los movimientos, aunque no sea un rascado real.

Un gato desungulado puede frotar su pata a lo largo de un rascador y dejar su olor, pero pierde el ejercicio de la parte superior de su cuerpo que sólo puede ejecutar flexionándose y estirándose contra la resistencia de las uñas ancladas

.No ser capaz de ejecutar un saludable rascado cada día se cobra un precio. Los hombros y la parte superior de la espalda de un gato desungulado se debilitan gradualmente, puesto que arañar es la principal actividad que los mantiene fuertes.

La experiencia completa de arañar (el ejercicio, el impacto visual, el sonido de las uñas rascando) es un potente relajante para un gato. No se puede predecir cómo reaccionará cada individuo al serle negada esta estupenda fuente de alivio para el estrés. Un gato puede desarrollar problemas de agresividad para el resto de su vida; otro podría estar bien aparentemente, hasta que tenga que enfrentarse a una situación de estrés. Un gato que araña es un gato feliz. La desungulación interfiere profundamente con este comportamiento central de los gatos.

LOS GATOS CAMINAN SOBRE TODA LA PATA.

Las garras cargan con todo el peso del gato. Los gatos se sostienen y caminan sobre toda la extensión de la garra. Cuando se amputa el extremo, como ocurre en una operación de desungulación, el gato se ve obligado a modificar su postura de acuerdo con este cambio.Verse forzados a caminar de forma antinatural puede causar tensión en las patas y dolor a largo plazo. El dolor puede crecer gradualmente, y agravarse si el gato padece sobrepeso.




 Un gato no puede decirte directamente que le duele la pata. Sólo te darás cuenta cuando empiece a evitar usar la bandeja higiénica. La Doctora Susan Swanson, DVM, propietaria de la Cat Care Clinic en Mahtomedi, Minnesota, comenta que "año tras año, los gatos desungulados que veo en mi consulta tienen muchos más problemas con la bandeja higiénica, como eliminaciones inadecuadas.


Prácticamente todos los responsables de refugios y grupos de rescate animal del país hacen el mismo comentario. Las patas doloridas con las que no apetece escarbar en la arena pueden ser una razón por la que los gatos desungulados son más propensos a evitar las bandejas higiénicas (el estrés acumulado por la imposibilidad de arañar puede ser también un factor importante, dado que el estrés está implicado en la mitad de los problemas relacionados con el tracto urinario).


Las garras recortadas pueden causar también dolor en otras partes del cuerpo del gato. Los dedos permiten que el pie se apoye en el suelo en el ángulo preciso para mantener pierna, hombro, músculos de la espalda y articulaciones en la alineación correcta. La eliminación de las últimas falanges de los dedos altera drásticamente la configuración de los pies y hace que la pata se apoye en el suelo en un ángulo antinatural que puede causar dolores de espalda similares a los padecidos por los seres humanos cuando llevan calzado inadecuado."

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